
Carlos Alcaraz sigue sumando hitos a su joven y brillante carrera. El español de 21 años logró su primer título en cancha cubierta al imponerse este domingo en la final del Abierto de Róterdam, donde venció al australiano Alex de Miñaur por 6-4, 3-6 y 6-2. Con este triunfo, Alcaraz ya puede presumir de trofeos en césped, arcilla y superficie dura.
Además de alcanzar una nueva marca personal, Alcaraz también hizo historia en el tenis español al convertirse en el primer jugador de su país en ganar este torneo en sus 52 años de existencia. Con este título, el joven tenista supera a su entrenador y ex número uno del mundo, Juan Carlos Ferrero, al sumar 17 trofeos en el circuito ATP.
“Sabía que podía jugar un gran tenis en canchas cubiertas, solo era cuestión de tiempo”, comentó Alcaraz tras el partido. “No tenía mucha experiencia en este tipo de superficie, pero cada vez me siento más cómodo y esta semana fue muy importante para mi evolución”.
Un torneo exigente desde el inicio
La consagración en Róterdam no fue sencilla para el número tres del mundo. Alcaraz llegó a los Países Bajos arrastrando un resfriado, lo que lo obligó a utilizar una cinta nasal durante el torneo para mejorar su respiración. A lo largo de la semana tuvo que superar varios duelos exigentes a tres sets, incluyendo una dura semifinal ante el polaco Hubert Hurkacz.
En la final, Alcaraz comenzó con un quiebre temprano sobre De Miñaur, aunque luego cedió su servicio en cero cuando estaba 4-3 arriba. Sin embargo, lejos de perder el foco, reaccionó de inmediato con un brillante passing shot y cerró el primer set cuando el australiano falló un golpe de revés en la red.
El segundo set mostró una versión más agresiva de De Miñaur, quien rápidamente tomó ventaja de 3-0. Alcaraz intentó recuperarse, pero no logró devolver un revés clave y el australiano igualó el partido.
Con todo por definirse en el set final, Alcaraz demostró su calidad en los momentos decisivos. Un error de De Miñaur al enviar un golpe de aproximación fuera de los límites de la cancha le dio al español la ventaja necesaria para inclinar la balanza a su favor. Poco después, un nuevo quiebre selló el triunfo en una hora y 54 minutos, permitiéndole a Alcaraz convertirse en el primer tenista en 21 años en ganar el torneo en su debut.
Una victoria con sabor especial
Tras levantar el trofeo, Alcaraz reconoció en su entrevista en cancha que no llegó en su mejor estado físico debido al resfriado, pero que fue sintiéndose “mejor y mejor” con el paso de los días.
Por su parte, De Miñaur, que con esta actuación ascendió al puesto número 6 del ranking mundial, sufrió su segunda derrota consecutiva en la final del torneo. El año pasado había caído ante el actual número uno del mundo, Jannik Sinner, en el partido decisivo.
Con este nuevo título, Alcaraz reafirma su estatus como una de las grandes figuras del tenis mundial y demuestra que su dominio va más allá de una sola superficie.