El fin de semana deportivo en Estados Unidos dejó una intensa actividad en dos frentes: el ciclocross en Colorado y el ciclismo en pista en el Campeonato Nacional de Madison. Sin embargo, mientras los atletas luchan por medallas y podios, la industria del ciclismo enfrenta una encrucijada crítica que abarca desde la dificultad para ver las carreras por televisión hasta la viabilidad económica de los equipos profesionales.
Dominio absoluto en la Copa Boulder de Ciclocross
La acción del ciclocross se concentró en Valmont Bike Park, en Boulder, Colorado, donde se disputó la duodécima parada de la USA Cycling CX National Series. Fue un fin de semana con categoría UCI C1/C2 donde Eric Brunner, del equipo Competitive Edge Racing, impuso su ley ganando en solitario ambos días en la categoría élite masculina. Su actuación fue contundente: en la primera jornada cruzó la meta con más de un minuto de ventaja sobre un pelotón dominado por la Colorado Mesa University, con Ivan Sippy, Jack Spranger, Benjamin Bravman y Garrett Beshore ocupando del segundo al quinto lugar respectivamente. El domingo, Brunner repitió la dosis ganando por 48 segundos, seguido nuevamente por Sippy y Henry Coote del Trinity Racing, quienes definieron el podio por apenas un segundo de diferencia.
En la rama femenina élite, la competencia estuvo más repartida. La francesa Caroline Mani se llevó la victoria el primer día, superando a Makena Kellerman y Cassidy Hickey, ambas de la Colorado Mesa University. Sin embargo, el domingo ofreció una revancha emocionante cuando Kellerman ganó el sprint final contra Hickey por dos segundos, relegando a Mani al tercer escalón del podio. De cara a la carrera final de la serie, Andrew Strohmeyer se mantiene como líder de la clasificación general masculina, con Brunner pisándole los talones.
Consagración de campeones en el Nacional de Madison
Paralelamente, el velódromo fue escenario de la entrega de los títulos nacionales en la especialidad de Madison, donde el trabajo en equipo fue clave. En la categoría Élite Femenina, el Team Pink conformado por Kimberly Zubris y Stephanie Lawrence se llevó los honores, mientras que en la Élite Masculina, el Team Purple de Kyle Perry y Aaron Beebe demostró su superioridad. Perry y Beebe no solo brillaron en la élite, sino que también se adjudicaron el título en la categoría Masters Men 35+, demostrando una vigencia envidiable.
Las categorías juveniles también vieron coronar a sus promesas. En menores de 14 años, Evie Alvarado y Sophia Avery ganaron en mujeres, mientras que Viv Carlow y Ari Ebens lo hicieron en varones. En la franja de 15 a 18 años, Jillian Halm y Akira Edmonds se llevaron el título femenino, con Kashus Adamski y Jackson Clary triunfando en la masculina. Completando el cuadro de ganadores, en Masters, Nicole Schickel y Denedra Woods dominaron en mujeres 35+, y Kevin Phillips junto a Jason Meidhof hicieron lo propio en hombres mayores de 45 años.
La crisis de visibilidad y el modelo de negocio en jaque
Más allá de los resultados deportivos, el ciclismo profesional atraviesa un momento de reflexión profunda, como se analizó en la reciente edición de AIRmail de Outerline. Un artículo reciente de la revista The Atlantic puso el dedo en la llaga sobre lo complicado y costoso que se ha vuelto para los fanáticos seguir a sus deportes favoritos. A pesar de la saturación de contenido deportivo 24/7, la fragmentación de los derechos de transmisión y los costos disparados están empujando a la audiencia hacia la piratería o, peor aún, a cambiar de lealtades deportivas. El caso reciente de la disputa entre Disney y YouTube TV, que dejó a muchos sin Monday Night Football, es un síntoma de un sistema que corre el riesgo de alienar a su base de seguidores de forma permanente si no se simplifica el acceso.
Voces autorizadas en Rouleur Live: LeMond y Vaughters opinan
Este clima de incertidumbre se debatió ampliamente en el evento Rouleur Live en Londres. Allí, leyendas como el tres veces ganador del Tour de Francia, Greg LeMond, lamentaron la escasez de carreras de ruta de nivel profesional en Estados Unidos, señalando la dificultad de crear una estructura financiera sostenible en el país. LeMond también tocó el tema del dopaje tecnológico, sugiriendo que, aunque los controles de la UCI hacen casi imposible el uso de motores hoy en día, las cadencias extremadamente altas que se veían hace una década deberían haber levantado más sospechas en su momento.
Por otro lado, la discusión sobre la viabilidad financiera del deporte generó posturas encontradas entre Jonathan Vaughters, mánager general de EF, y Tomas Van Den Spiegel, CEO de Flanders Classics. Vaughters argumentó que, fuera del Tour de Francia, el calendario es confuso para el espectador casual. Ilustró esto con una anécdota contundente: el entonces CEO de Garmin, antiguo patrocinador, desconocía la existencia de la Lieja-Bastoña-Lieja incluso cuando su propio ciclista, Dan Martin, la ganó en 2013. Esto subraya la dependencia excesiva del Tour para la visibilidad de los patrocinadores.
La disparidad salarial y la inevitable comparación con la Fórmula 1
Uno de los puntos más álgidos fue la enorme brecha presupuestaria entre los equipos. Según Vaughters, el equipo UAE maneja un presupuesto anual que triplica al de la mayoría de las escuadras de nivel medio, lo que dificulta la competencia y podría mermar la popularidad del deporte a largo plazo. Mientras que en el béisbol la popularidad crece sin un tope salarial estricto, la NBA lucha por mantener la audiencia a pesar de tener controles más férreos, lo que indica que la solución no es sencilla.
La comparación con la Fórmula 1 cerró el debate. Mientras el ciclismo dispersa sus ingresos entre un amplio abanico de organizadores, equipos y más de 500 corredores del WorldTour, la F1 opera bajo un modelo comercial unificado que concentra las ganancias en muy pocos actores. Aunque se discutieron ideas como topes presupuestarios o un sistema de franquicias similar al automovilismo, Van Den Spiegel recordó una verdad incómoda: para lograr esa estructura en el ciclismo, habría que tomar decisiones drásticas y realizar recortes dolorosos que transformarían el deporte tal como lo conocemos